Cuidado de cultivos en epoca de pandemia
La cadena de suministro de alimentos es una compleja red que implica a productores, consumidores, insumos agrícolas y pesqueros, procesado y almacenamiento, transporte y comercialización, etc. A medida que el virus se propaga y los casos aumentan, y se refuerzan las medidas para frenarlo, existen muchas formas en que los sistemas alimentarios serán puestos a prueba y sometidos a tensión en todos los niveles en las próximas semanas y meses.
Por ahora, las interrupciones son mínimas, ya que el suministro de alimentos ha sido adecuado y los mercados han permanecido estables hasta el momento. Las reservas mundiales de cereales se encuentran en niveles holgados y las perspectivas para 2020 del trigo y otros cultivos básicos importantes son positivas.
En el sector de la pesca y la acuicultura, las repercusiones pueden variar y ser bastante complejas. En el caso de la pesca de captura, la incapacidad de los buques pesqueros para operar (debido a la limitación o al colapso del mercado, así como a las medidas sanitarias difíciles de cumplir a bordo de un buque) puede generar un efecto dominó a lo largo de las cadenas de valor en lo que respecta al suministro de productos, en general, y a la disponibilidad de especies específicas.
Sin embargo, ya estamos viendo los problemas a nivel de la logística que implica el transporte de los alimentos (no poder trasladar los alimentos del punto A al punto B), y el impacto de la pandemia en el sector ganadero, debido a un menor acceso a los piensos y la reducida capacidad de los mataderos (debido a las limitaciones logísticas y la escasez de mano de obra), de manera similar a lo que ocurrió en China.
Como resultado de lo anterior, a partir de abril y mayo se esperan interrupciones en las cadenas de suministro alimentario.
El bloqueo de las rutas de transporte es particularmente perjudicial para las cadenas de suministro de alimentos frescos y puede dar lugar también a un aumento de los niveles de pérdida y desperdicio de alimentos. El pescado y los productos acuáticos frescos -que son muy perecederos y, por tanto, deben venderse, procesarse o almacenarse en un tiempo relativamente limitado-, corren un riesgo especial. Es probable que las restricciones al transporte y las medidas de cuarentena impidan el acceso de los agricultores y pescadores a los mercados, frenando su capacidad productiva y obstaculizando la venta de sus productos.
La escasez de mano de obra podría afectar a la producción y elaboración de alimentos, en particular en las actividades intensivas en mano de obra (por ej. los cultivos de elevado valor, la carne y el pescado).
Si bien se ha producido un aumento de los precios internacionales de algunos productos básicos fundamentales -como el arroz-, los precios de los alimentos están disminuyendo en términos generales, ya que los principales factores de la demanda se ven atenuados por la disminución de los ingresos y la perspectiva de una recesión mundial. El cierre de restaurantes y establecimientos de venta de alimentos en la calle elimina un mercado clave para muchos productores y elaboradores que puede producir un exceso temporal o desencadenar recortes de la producción en las fases iniciales, como puede observarse en los sectores del pescado y la carne. En algunos países en desarrollo, la oferta y la demanda urbanas de productos frescos están disminuyendo debido a las restricciones y al comportamiento de rechazo de los comerciantes y los consumidores.
Los países en desarrollo corren un riesgo especial, ya que la COVID-19 puede provocar una reducción de la mano de obra y afectar a los ingresos y medios de subsistencia, así como a las formas de producción intensivas en mano de obra (agricultura, pesca, acuicultura). Preocupa en especial el África subsahariana, donde se encuentran la mayoría de los países afectados por crisis alimentarias.
Es necesario reconsiderar, a la luz de la pandemia, la necesidad de mejorar las normas internacionales de higiene, las condiciones de trabajo y de vida en las actividades agrícolas y a bordo de los buques pesqueros, así como en toda la cadena de valor de la pesca.
Fuente: FAO.ORG
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